Oda al mar · Adrián Reyes

Amanecí sentado sobre el viento mirando al infinito destino que surca el inesperado tiempo; esperando el soplar de su enmarañada brisa sin aire en mi oir, con palabras acompañadas sin ti.
Mientras el transparente y efímero ambiente anuncia que la plenitud nace en la esencia de una simple y tímida humedad.

Te miro desde tu profundidad, te pienso; tus calladas mareas azotan el velero de un poema en ascenso, le diste lo que piensa la inspiraciòn, eres el gurú de mil novelas, ensayos y desafìos, el compañero ideal en el momento inoportuno de la soledad.

En las páginas del diario errante me di cuenta que la vida crece entre cada golpe de agua, le nacen flores de desenfreno marino, artífices del amplio endurecimiento de manos que zozobran el atardecer de una pequeña mañana.

Compartes la soledad nocturna de tu oscuridad, con la luz tenue de un brillo sin color lunar; al fin pasan las horas, te diriges al filo del amanecer, huyendo tal cual prisionero en busca de las cadenas de libertad caducadas a una roca; pero no puedes las mismas desbaratan tu forma sin saber que corroerás al núcleo de su dureza; pedazos escritos se dibujan al paso de tu marea enmohecida.

Adrián Reyes Mejía · Ecuador
dolphinsea_2[arroba]hotmail[punto]com