Te esperé,
mientras el viento cantaba tristemente
y la noche caía moribunda
luego del desengaño.
Donde estás,
en que otros brazos suspiras
tejiendo historias nuevas
de poemas sin final.
Dime entonces,
hasta cuando mentirás
y tus besos ya no me darás
a cambio de agonía.
Una noche sin ti,
es como un barco sin la mar
como un ave sin plumas
en medio de la nada.
Arturo Cordero
No hay comentarios:
Publicar un comentario