Reflexiones en el espejo

No nací entre hogares sin techos,
ni techos sin madres...
No crecí con el hambre al asecho,
ni mendigando centavos...
ni llorando pesares...

No nací con las puertas cerradas
ni mañanas desiertos...
ni mochilas vacías...
ni presentes inciertos...
No nací como tantos...
los que no tienen nada...

Y hay quienes dicen
que agradezca por esto...
mas pretendo no hacerlo
por no echarle la culpa
a esta mano invisible
la que aún no comprendo.

No limpié parabrisas...
ni sudé mi sustento...
No lloré las vitrinas
de navidades ajenas,
no dormí bajo el frío
inclemente del viento,
en las noches desnudas,
en las tardes sin cuentos...

Y hay quienes dicen
que agradezca por esto...
¿Que agradezca no serlo
y por ende que otros
lo son y lo fueron?
No pretendo arrancarle
la fortuna al descontento...
Soy consciente que vivo
para muchos un sueño...
me basta con saberlo...
lo demás lo lamento.

Y el espejo me pregunta
-¿Qué hubieras tú hecho,
en las calles sin madres,
en hogares sin techos...?
¿Dime qué hubieras sido
en las noches de frío
y en las tardes sin cuentos...
en las letras despojadas
de nombres y de acentos...?

Yo respondo avergonzado:
-Ni el más pálido esbozo...
Ni el más tibio reflejo.

Beto Aveiga - Ecuador