¿Qué nos queda ahora sino llorar? · Sharvelt Kattán

¿Qué nos queda ahora sino llorar?
¿Remontarnos en la memoria y edificarnos un futuro alternativo borrar el pasado
inmediato el presente ya sin él?
¿construirnos una hábito adyacente a la costumbre de querer lo que se va y
subyacente a esa otra de olvidar lo que aún está?
no será irrespirable el aire sin él claro que no pero costará llenar los pulmones del
vacío que le causa al viento su partida no dejaremos de beber el agua de la vida pero sabrá a añoranza soledad y angustia de huérfano desamparado para ampararnos en esa imagen de pretérito presente será ahora buscar su sombra en algún libro y sus letras en los papeles del alma
gravadas con la sutileza del que entendiera la fórmula perfecta entre un poema
y un amigo queda solo la porfía de los que quedamos a merced de sus líneas soñando con que
tal vez la muerte sean esas vacaciones en las que uno duerme hasta muy tarde
y duele beber un vaso de vodka y encender un cigarro duele repasar un libro más aún si es suyo y duele saber que su luz se extinguió como la llama de la hoguera que cocinara un día la arcilla
barro de nuestros antepasados y seña de nuestras particularidades poco a poco se volvió sustituible in poeta de lucha eterna luchador de poesía perfecta y durable que no volverá él ?querido turquito? duele tanto como saber que no habrá más talveces nuncamases y quizases y que ya jamasmente ísimo compañero de ideales volveremos a luchar fusil de tinta versos como balas y gritos de este país irreal y limitado por sí mismo y moldearemos una y cien y mil vasijas de barro para volver claro que volveremos a ese polvo de poesía y revolución que nos dejó el furor de su reflejo y su voz para volver un poco a él a su polvo enamorado.

Sharvelt Kattán
Para: Jorge Enrique Adoum