Vocación de servicio · Andrés Manuel Pulido

Suavemente me muevo,
tenuemente elucubro,
mientras el interés cubro
en políticas de velo.

¡Ah! y que nada quede oculto,
pues al pueblo, yo he de dar
lo que el pueblo ha de esperar.
Pero escondiendo este bulto.

Soy el alcalde, lo juro.
En popular juramento.
Y si en votos soy jumento,
que nadie salte este muro.

Pues el pueblo me ha elegido,
aunque no con mayoría,
pero yo encontré la vía
para ser el escogido.

Y el pueblo, me importa un bledo.
Y la oposición no cuenta,
pues aumentando su renta,
los comulgo con mi credo.

Soy casi Dios, lo siento.
Y como Dios me comporto.
Y mi sentimiento exhorto,
pues como Dios, solo pienso.

Esos vecinos idiotas,
que me prestan soluciones.
¡Aquí mandan mis cojones,
ni ases, reyes ni jotas!

No temo a las minorías,
por imbéciles gastadas.
Ni temo a las mayorías,
políticamente ajadas.

Y si el acuerdo es ruin,
es un acuerdo, sin más.
Y a la mierda los demás.
Pues solo me importa el fin.

Y mi fin es mi partido
No de este pueblo de mierda
Pues me da igual lo que pierda
Y que lo de por perdido

Solo pretendo crecer,
políticamente hablando
Y no me importa hasta cuando
el pueblo lo ha de creer.

Pues si este pueblo me vota,
y me vota y no lo entiendo,
aún sabiendo que pretendo
solamente dar la nota.

Queridos conciudadanos
seguid votándome fieles,
que gastare los laureles,
esperando que mis manos...

Se me llenen de dinero,
se me llenen de poder.
Que yo cuidare de hacer,
creíble lo venidero.

Andrés Manuel Pulido Gracia · España
mpulidog[arroba]gmail[punto]com