Cuando en mis manos te tengo me huyes,
Y me prestas al tacto tu frescura,
y escapas incolora limpia y pura,
jugando con mis dedos cuando fluyes.
Cuando en mi mente te tengo, perdura
la sensación que presiento que intuyes,
y al sentirla te evades y destruyes
el mismo sentimiento y la cordura.
Tres veces loco me he sentido, loco,
loco en cercanía inanimada.
Prestado loco en besos sabios.
Agua en el alma sabe a poco,
en tu boca errante e inanimada,
que engaña el agua entre tus labios.
Mas abriré el pozo de la ilusión,
y freáticamente acudiré
a este nivel del alma, ¿y te diré?
Que fluyes a nivel del corazón.
Quédate en mis manos, mi agua nueva,
báñame los dedos con tu cura,
pues siento que en mi tacto, aun madura
la fresca fluidez que a ti me lleva.
Andrés Manuel Pulido Gracia · España
mpulidog[arroba]gmail[punto]com
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