Levantaré mi voz caída del suelo
y me aferraré a un consuelo
que como yo nadie lo intentó
conquistar un amor en mi no se fijo.
Pedí esperanza al cielo
mas solo a mí se me la negó
y de eso fue testigo mi pañuelo
que secó toda lágrima de aquellos ojos que llorar no se esperó.
Cuando la miraba sentía que al cielo me llevaba
y sin duda con una de las estrellas la confundía
por doquiera que iba me acompañaba
aun la recuerdo cuando llegó a mi vida dándole color.
Todo lo que tuve te lo di sin reserva
y me voy como un caballero dándote la razón
que nada nace ni crece como cual hierba
¡mas digo yo!
Como puede nacer y crecer si no le dan tan solo una oportunidad de conocer
aquellos sentimientos que su corazón profesa tener.
Victor Ángel
victor_tomala[arroba]hotmail[punto]com
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