A mi hijo · Anónimo

En la más leve ternura
Que presta el alcohol al ser
Me obligo así a componer
En intrínseca locura

Bebo para despertar
Este sentimiento innato
Que me niega el celibato
De la bebida, al pensar

Bebo para destruir
En intimo parecer
Esta sensación de hacer
Lo posible por huir

Bebo tal vez por rencor
A avatares de la vida
A pérdida reconocida
En esta vida de horror

Y a pesar de este presente
Que la vida me ha donado
No puedo apartar a un lado
Las heridas de mi mente.

Quien decidió coartar
Varios años de existencia
Yo no pedí la experiencia
Ni la quiero recordar

Quinta planta, quinta planta
Tantas veces repetida
Y que te arranca la vida
Cuando el corazón se espanta

Mata alcohol estas neuronas
Que aun prestan el recuerdo
Evítame el pensar cuerdo
De tumores y sarcomas

Borra de mi soledades
Bórrame tantas locuras
Se bienvenido en tus curas
Y mátame en tus bondades

Y quítale la conciencia
A esta mente en mi vejez
Pues así pueda tal vez
Olvidar esta experiencia.

Cuantas veces perseguí
En corazón confundido
Que ese tumor tan jodido
Lo trasplantaras a mi

Cuantas veces te invoque
A ti mi Dios verdadero
Que quiero sufrir primero
Y no me diste un porque

Mi niño, corazón tierno
En inicios infantiles
En negaciones fútiles
A la niñez del recuerdo

Mi niño, aprendió a leer
Solito en un hospital
Con bata azul y cristal
Separado del querer

Quinta planta, quinta planta
Infierno de soledades
Amarguras, vanidades
Mezcladas con esperanza.

Quinta planta quinta planta.

Anónimo