Gracias por perdonar · Daniel Alejandro

En la escena de luz oscura
tu roja esmeralda no puede complacer
aún con la ayuda de la luna
que en su dicha solo se quería mecer;
perdón... perdóname dulce amada,
y espero nunca faltes en mi morada.

Perdona mi falta de atención,
sé que fue lo que hizo falta,
y ahora sólo necesito tu perdón
para relajar mi desesperada alma.

No te pido las mil maravillas,
sino este simple y solemne sí
que haga revisar alegrías;
por favor quítame el frenesí
del cerezo que hay dentro de mí.

Espero tu enigmática respuesta,
que sé será la mejor y correcta;
te puedo asegurar no te voy a juzgar.

Sé las cosas no han sido buenas;
sé el daño que te he ocasionado;
también, sé que sin ti yo no puedo vivir;
pero lo que quiero saber es que sentir,
pues mi núcleo se ha destrozado
en pequeñas semillas de fresas,
y ahora me encuentro en contra sosegado.

Ya ha llegado el día que he esperado,
¿me perdonas? o ¿aquí he acabado?

Me has hecho feliz en estos momentos
al decirme dulce palabra, "sí",
dejando fuera mis malos pensamientos,
puesto que ya no existe culpa en mí,
y a ti te doy muchas gracias por tu perdón
que me ha hecho pensar deseos
en los que he pensado vivir
con lo que resta del corazón.

¡Gracias por tu perdón!
¡Gracias por perdonar!

Daniel Alejandro